sábado, 31 de octubre de 2009

Documental "No a la Venta"


Presento en este foro este documental, nueva herramienta para los educadoras y educadoras en nuestra tarea. En este caso de conocer esta perspectiva de la realidad -acertada desde mi punto de vista- que permita rearmar de valores -nuevos y viejos- a las nuevas - y no tan nuevas- generaciones. El documental permite aproximarse de manera real al por qué de la actual crisis económica y financiera.-Para ver el documental completo pincha aquí-

La web oficial del doocumental explica el por qué el documental NO A LA VENTA

Creemos necesario ofrecer información adicional sobre algunos de los casos que justifican la producción de este documental y el debate en torno a los impactos negativos de la actividad empresarial en el ámbito de los derechos humanos, el medio ambiente y la corrupción.

En el origen de la actual crisis económica y financiera está la falta de regulación del mercado y el sistema financiero. Durante las últimas décadas, se han impuesto las teorías neoliberales defendidas por teóricos, como Friedman, y gobernantes, como Margaret Thatcher, Ronald Regan y George Bush, padre e hijo. Las políticas basadas en estas teorías generaron, en un principio, gran dinamismo económico, pero también han favorecido que las entidades financieras y las empresas multinacionales hayan aumentado su poder frente a los estados soberanos.

En este proceso, en torno a las actividades financieras y empresariales, se ha alzando un muro de opacidad. La simiente perfecta para que el fraude y la corrupción se desarrollen hasta niveles nunca antes conocidos. Se ha generado así una crisis, que excede del ámbito económico y financiero, que se ha visto acelerada por la entrada en el sistema de libre mercado de economías emergentes como India, China o Brasil.

Se trata de una crisis de dimensiones múltiples que afecta a los valores, a la confianza y a la forma de relacionarnos con nuestro entorno; de una crisis sistémica de importancia aún por determinar que, al dinamizar el debate sobre el FUTURO del sistema económico y del planeta, abre la puerta a la esperanza. Es, por tanto, un momento propicio para sentar las bases de una sociedad más justa y sostenible a nivel global. El letargo del pensamiento crítico generado por el bienestar material ha terminado.

La falta de transparencia sobre las políticas y prácticas de los bancos, el impacto de los bancos en el desarrollo de los países en los que operan, la ruptura entre la gestión y la propiedad, la utilización de paraísos fiscales para evitar responsabilidades jurídicas y fiscales. En el mundo, según el Ministerio de Hacienda, hay 44 paraísos fiscales; y los expertos (Tax Justice Network) calculan que se evade cerca de 250 billones de dólares anuales. Esto significa que una gran arte de la riqueza procedente de todo el mundo se queda en 44 territorios muy pequeños en cuanto a población y extensión. Estas son algunas de las malas prácticas detectadas y que nos han inspirado.

No se trata de atacar gratuitamente a las empresas, sino de reparar en el creciente poder que las multinacionales tienen en la toma de decisiones trascendentales, como la definición de políticas. Es decir, en la generación de un nuevo modelo de sociedad en un contexto marcado por la globalización y la homogeneización constante. Las empresas generan empleo y bienestar. Son actores sociales fundamentales. Aunque hay indicios de que hay que introducir nuevos criterios sociales y ambientales en su gestión, y reforzar los mecanismos de control que permitan generar un desarrollo más sostenible para todos.

A continuación os presentamos una selección de casos de malas prácticas e impactos negativos sobre las sociedades y el medio ambiente. Algunos de los casos que comentamos son sobradamente conocidos y otros no tanto, pero todos ellos sirven para poner en evidencia la importancia del asunto que nos ocupa y preocupa.

http://www.noalaventa.com




lunes, 26 de octubre de 2009

Jornada de reflexión y análisis de la nueva ley de servicios sociales de Extremadura. Mérida 30 de Octubre


Organizadas por la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO de Extremadura, con el apoyo de la Fundación Cultura y Estudios, se celebrarán en Mérida el 30 de octubre en el Hotel Velada. La inscripción es gratuita.

La jornada se dirige a profesionales de los Servicios Sociales de Atención Primaria que desarrollan su trabajo en cualquier ámbito de la comunidad autónoma de Extremadura, con los objetivos de Analizar la situación de los Servicios Sociales tras 25 años de su aprobación en Extremadura, analizar igualmente las conclusiones de la mesa de política social y de dependencia y elaborar propuestas de futuro.

El programa:

9:00 a 9:30. Acreditación
9:30 Inauguración.
9:45 Ponencia Marco: Las leyes de Servicios Sociales de Segunda Generación.
Ponente: Cristina Faciaben I Lacorte. Secretaria de Socioeconomía de CCOO de Cataluña
11:30 Descanso
12:00 Mesa Redonda:
Las mesas de negociación con la Junta de Extremadura: Política Social y Dependencia
13:00 Trabajo en Grupo.
Propuestas para el desarrollo de los Servicios Sociales en Extremadura.
14:30 Elaboración y Exposición de Conclusiones
15:00 Clausura y comida.
La Inscripción:
Correo Electrónico: formacionfsc@extremadura.ccoo.es
Fax. 927242864

viernes, 23 de octubre de 2009

El derecho al olvido en Internet


En la sociedad de la información no es fácil escapar al pasado aunque sea perfectamente legítimo pretenderlo. Esta es un interesante tema de reflexión.

La capacidad para acumular información de los buscadores que operan en la red de Internet (Google, Yahoo!, Firefox) puede llegar a ser muy agresiva con los derechos de la persona. Pero a la vez la red es una extraordinaria plataforma de información y expresión (los blogs y redes sociales como Facebook, MySpace) por la que circulan millones de datos de acceso universal, que objetivamente amplían el espectro informativo. Sin embargo, la acumulación de valoraciones y noticias que el motor de un buscador genera a través de millones de páginas web esparcidas en la red digital puede llegar a resultar, según los casos, una hipoteca para el honor o la intimidad.

Es evidente que una información de hace años contenida en la prensa escrita no puede ser excluida de las hemerotecas, pero también lo es que el acceso a su contenido es más difícil que el que ofrece la red digital. Ahora bien, en este contexto, ¿se puede borrar el pasado que aparece en la red?; ¿es lícito reclamar el derecho al olvido cuando algo molesta?

La casuística es muy variada, pero parece razonable afirmar que -por ejemplo- no tienen la misma entidad informativa el caso de aquella persona que reclama que no sean tratados sus datos personales relativos a una infracción administrativa de tráfico y publicados en el Boletín Oficial de la Provincia, que aquel otro en el que la infracción de tráfico sea delito; o el que protagonice un periodista por un delito de injurias y después sea indultado por el Gobierno.

La pretensión de borrar de la red estos datos es razonable en el primer caso, pero en absoluto lo es en los otros dos. La justificación jurídica se fundamenta en la veracidad y el interés público de la información que aparece en la red. Porque lo que fue de interés público en un momento determinado -la comisión de un delito- no puede desaparecer de la historia. De lo contrario estaríamos ante una falsedad.

Resultaría paradójico que una información de interés público y obtenida con escrupuloso respeto al canon de la diligencia profesional se pueda consultar en la hemeroteca de la edición escrita de un diario y, por el contrario, haya de desaparecer de la edición digital.

Claro que no hay que obviar que también el cúmulo de datos obtenidos sobre una persona a través de los buscadores supone un riesgo para su reputación e intimidad, al proporcionar una información a la que se accede carente del más mínimo interés general.

Y que en el criterio de algunos buscadores de Internet prima más la morbosidad informativa que no otros factores más objetivos.

Los instrumentos de defensa jurídica de la persona ante unos datos de su pasado que carecen de interés público pero que le pueden afectar en su trayectoria personal y profesional (por ejemplo, para acceder a un puesto de trabajo) se encuentran sobre todo en la acción de las agencias de protección de datos, como autoridades administrativas reguladoras de la llamada autodeterminación informativa ante el uso abusivo de la informática.

Y, si cabe, finalmente, a través de los tribunales. Aunque esta última -y no es ninguna novedad- sea una vía lenta.

A fin de proteger los derechos de la persona, la experiencia que cabe extraer en España de las resoluciones de estas autoridades reguladoras pone de relieve la importancia que tiene el cumplimiento de algunos criterios adicionales a los ya apuntados de la veracidad y el interés público del dato. Por ejemplo, la necesidad de que los medios de comunicación ponderen la relevancia de publicar la identidad de las personas implicadas en una noticia, instando en su caso a difundir únicamente las iniciales.

En especial, cuando una sentencia no es firme. Asimismo, la sugerencia de que las administraciones de las webs (webmaster) se doten de las adecuadas medidas informáticas que permitan evitar la indexación de la noticia. Se trata de los robots.txt, unos archivos con capacidad técnica para ocultar determinadas páginas de una web a fin de impedir el acceso de los principales buscadores.

Ello, sin perjuicio de las soluciones privadas que aportan incipientes iniciativas empresariales que ofrecen al cliente la protección online del historial de una persona, facilitando el borrado de lo que no le interese.

Pero en la sociedad de la información no es fácil escapar al pasado aunque sea perfectamente legítimo pretenderlo. Por otra parte, la cultura de preservar lo pretérito es diversa, según las diferentes tradiciones culturales.

La red es un campo abierto que no conoce fronteras estatales pero que está sometida a límites. Obviamente, Internet no puede quedar al margen de una cierta regulación.

Por ello se hace preciso el establecimiento de un marco jurídico o estándar común que permita asegurar la intimidad y la reputación de las personas, pero asumiendo que el derecho al olvido no es absoluto y que lo que en su momento fue una información veraz y de interés público no puede hacerse desaparecer de la red.

Marc Carrillo es catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Pompeu Fabra.

viernes, 16 de octubre de 2009

Jornadas "Usos y retos de las tecnologías de la información y la comunicación en las organizaciones del tercer sector". 21 Octubre. Mérida


Desde Consorcio IdenTIC y Fundación Ciudadanía se pone en marcha la Jornada "Usos y retos de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en las Organizaciones del Tercer Sector", que tendrá lugar el próximo miércoles 21 de octubre de 2009 en la Escuela de Administración Pública de Mérida. La Inscripción es gratuita y tiene un interés especial para los educadores sociales.

Todos los que vivimos de cerca el Tercer Sector sabemos que éste ha crecido mucho en los últimos años. Sin embargo, las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) omnipresentes en nuestra sociedad, no se han incorporado de forma suficiente a la vida cotidiana del sector. El papel de las TIC en buena parte de las organizaciones del tercer sector es anecdótico más allá de sus usos evidentes. Están porque vivimos en la era de las TIC y éstas se nos cuelan por debajo de la puerta, pero de ahí a hacerlas un activo estratégico todavía nos queda mucho camino por recorrer.

Las TIC tienen que ser un factor transversal que contribuya a un mayor y mejor cumplimiento de la misión de cada organización y por esto hace falta que se integren en la planificación estratégica de las entidades, al corazón de cada uno de los proyectos, procesos y actividades.

Esta jornada pretende generar el debate entre las organizaciones del Tercer Sector presentes en Extremadura y obtener conclusiones que generen una dinámica de cambio, potenciar la incorporación de un enfoque TIC, de manera transversal en el organizaciones del Tercer Sector. Persigue también incidir sobre la importancia del uso de las TIC en la calidad y transparencia en la gestión, en la difusión de la información y resultados como elementos que mejora las organizaciones; así como conocer herramientas y soluciones que nos pueden ayudar a conseguir, de una vez por todas, las sinergias entre TIC y Tercer Sector.

La INSCRIPCIÓN en la jornada es gratuita. Toda la información, programa e inscripciones en la web http://www.identic.es/eventos2009/tic3sector

Llegan los libros electrónicos. Un nuevo reto para la educación.

Los libros electrónicos los tenemos en el mercado, sus aplicaciones educativas son inmensas. En la próxima década veremos su implementación imparable en este campo. De momento lo primero a mirar en los reproductores de textos es la capacidad que tienen de reconocer los distintos formatos.
Cuando se compre un libro electrónico no se fije mucho en la duración de las pilas (extensísima), ni en el peso (no varía gran cosa). Lo más importante son los idiomas informáticos que puede leer el aparato, los llamados formatos. Hay una retahíla de ellos, unos para textos (en torno a la decena), otros para imágenes (media) y varios para audio. Los más extendidos son el ePUB, el JPEG y el MP3, especialmente el primero ya que lee textos y se supone que el comprador de un ebook es, ante todo, un empedernido lector.
El ePUB se convirtió en 2007 en el estándar oficial del Fórum Internacional de Publicaciones Digitales (IDPF), pero el definitivo espaldarazo a este formato de lectura de textos lo dio el buscador Google, al adaptarlo a su proceso infinito de digitalización de libros. Previamente, Sony, precursora con su e-Reader de los lectores de textos electrónicos, también había creado un código de lectura propio, pero actualmente respalda el ePUB.
Comienza la guerra de la compatibilidad de los sistemas.

El competidor más directo de ePUB es, de momento, el lector de Amazon Kindle. Este lector tiene un catálogo de libros cerrado, sólo para los clientes que han comprado su aparato, y por un formato de lectura propio.
En la actualidad los propietarios de un Kindle no pueden descargarse libros formateados en ePUB, aunque ya han salido varias aplicaciones que lo compatibilizan.
Amazon con su Kindle, tiene un catálogo que contiene 350.000 libros (la mayoría en inglés), donde se encuentran los 10 libros más vendidos del momento, publicados en digital a la vez que en papel y a un precio muy inferior a la edición de tapa dura.
Kindle es solo un modelo entre el medio centenar de los que habrá a final de año, procedentes de 25 fabricantes, la mayoría de ellos en Taiwán. Este nuevo producto puede convertirse en un regalo estrella.
Pronto llegarán los lectores electrónicos con pantalla de colores (ya existe uno de mil dólares: Flepia de Fujitsu), que, pese a su alto precio, alcanzarán el 5% del mercado. Y en 2011 la mayoría llevarán pantalla de color. Para la próxima década se prevé que la mayoría de las pantallas serán táctiles y en colores, flexibles, y con pantallas de cinco pulgadas, para meterlas en el bolsillo de la chaqueta.
La mochila en el cole tiene sus años contados.

La pujanza del sector no será debido a la utilidad del aparato para textos educativos. En una reciente conferencia, Sriram Peruvemba, vicepresidente de E Ink, empresa inventora de las pantallas de estos aparatos, decía: "Los libros de textos serán la aplicación fundamental para la implantación de los ebooks".
La sustitución de la mochila por los libros electrónicos puede romper la actual configuración de los libros de texto en los colegios. El partido demócrata norteamericano está estudiando el ahorro que supondría sustituir en todo el país las mochilas llenas de libros de los estudiantes por los lectores electrónicos y parece apostar por ello.

sábado, 10 de octubre de 2009

Las normas de etiqueta en la era de las redes sociales


Tras un largo día en el aula, en la oficina..., imagine que entra en Facebook para saber qué han hecho sus amigos. De pronto, surge en la pantalla un mensaje de ,a jefa o de un compañero sobre alguna cosa urgente del trabajo.

Además de estar fuera de su horario oficial de oficina, ¿sería correcta la actitud del compañero de contactar con usted a través de la red social? Y además: ¿actuó usted correctamente cuando decidió añadir a un compañero o superior a su lista de amigos? Y lo que es más importante: en los tiempos actuales, en que las personas parecen estar disponibles en cualquier momento, gracias a los smartphones y a nuestro apetito desmesurado por todo lo que es digital, ¿puede alguien considerarse realmente fuera “de servicio”?

Facebook, Twitter y la Blackberry, que hace que el usuario esté disponible 24 horas al día, están borrando la línea divisoria entre la vida profesional y la personal. Ejecutivos y empleados en general se esfuerzan en crear normas sociales que los guíen en medio de la evolución continua de la tecnología de las comunicaciones. Profesores de Wharton y especialistas de otras instituciones dicen que el proceso de elaboración de reglas para lidiar con el alcance cada vez mayor de las comunicaciones modernas está dando sus primeros pasos y serán, en gran medida, los individuos y las empresas las que las modelen, y no las órdenes de algún experto en etiqueta digital. Las diferencias entre las generaciones en lo que respecta a la accesibilidad vía Internet también será un factor que exigirá un consenso sobre cómo y cuándo se debe considerar correcto el contacto con compañeros, superiores o clientes.

“Hay problemas enormes de etiqueta en los nuevos medios de comunicación sociales, sobre todo en los del tipo interactivo”, observa Nancy Rothbard, profesora de Gestión de Wharton. “¿Qué puede suceder si su jefe decide añadirlo a su lista de amigos de Facebook? Ése es el dilema. ¿Será posible rechazar esa solicitud? ¿Y si fueran realmente amigos?”

De acuerdo con Rothbard, las nuevas tecnologías de comunicación están erosionando las fronteras entre la vida personal y la profesional, lo que para las empresas es “un arma de doble filo” en las manos. “Por un lado, permite la flexibilidad. Bajo algunos aspectos, usted gana en eficiencia, pero también puede ser víctima de agotamiento. Con el tiempo, la situación puede desembocar en un conflicto entre su actitud en relación a otros papeles que usted tiene en la vida y la posibilidad de estar al cien por cien disponible en cualquiera de ellos”.

La Blackberry, por ejemplo, permite a los padres asistir a los partidos de fútbol de los hijos y, al mismo tiempo, mantener contacto con los compañeros de la oficina si surge una emergencia. Pero, añade Rothbard, “lo cierto es que usted ha llevado la Blackberry al partido de fútbol de su hijo. Es una frontera más que no se ha respetado”.

La explosión de popularidad de Facebook ha transformado la web en el campo de batalla decisivo en lo que se refiere al consenso en torno al comportamiento correcto en las redes sociales. Rothbard dice que, inicialmente, mucha gente en el mundo de los negocios intentó usar LinkedIn para hacer contactos profesionales, dejando Facebook para la interacción de carácter más personal. Gradualmente, sin embargo, compañeros de trabajo, clientes y jefes se volvieron “amigos”.

Andrea Matwyshyn, profesora de Estudios jurídicos y de Ética empresarial de Wharton, pretendía usar su página en Facebook para interacciones estrictamente personales, pero se vio obligada a replantearse su decisión cuando compañeros de Europa optaron por usar Facebook como plataforma de organización de congresos. A través de ese grupo inicial de amigos de trabajo, otros contactos de carácter profesional comenzaron a contactar con Matwyshyn a través de Facebook. “Sentí la presión social de montar mi red social, porque en aquellos momentos contaba con tres amigos”, dijo. “Así es como Facebook nos engancha”.

Múltiples “personalidades”

La mayor parte de las personas que usa Facebook y otras webs de redes sociales, observa Patricia Williams, profesora de Marketing de Wharton, “trabaja con el concepto de los múltiples papeles que desempeñamos. Existe el yo que compartimos con los amigos, el yo de la familia y el profesional. Es interesante notar hasta qué punto nos sentimos cómodos con todos esos “yos” en determinados momentos”. “Es el tipo de cosa que las personas no están habituadas a hacer. Antes de la llegada de las redes sociales, era raro que alguien exhibiera una personalidad que fuera conocida, al mismo tiempo, por los amigos, los compañeros de trabajo y la familia.

“Hay quien dice que Facebook es para el contacto con los amigos personales, y LinkedIn para contactos profesionales”, dice Williams. “Pero varios de mis amigos de Facebook son también mis compañeros de trabajo —gente que trabaja a pocos metros de mí—, y eso no me supone ningún problema. Lo que me incomoda un poco, sin embargo, son mis ‘amigos de Facebook’ que son también mis alumnos, porque eso les permite conocer mi yo personal al que, en otras circunstancias, no tendrían acceso”.

Al mismo tiempo, los alumnos de Williams, principalmente los de grado de licenciatura, todavía no han desarrollo una percepción del yo profesional. En consecuencia, en opinión de la profesora, tal vez dejen de tomar la debida cautela en relación a la imagen que proyectan en las redes sociales, a pesar de que estén expuestos a sus jefes, clientes o profesores.

Williams y Americus Reed II, profesor de Marketing de Wharton, están haciendo una investigación en que analizan el conflicto entre las diversas identidades de las personas, “como, por ejemplo, en las ocasiones en que mi papel como profesional entra en conflicto con mi papel de madre”, dice Williams. Al mezclar lo personal con lo profesional, las personas pueden verse en medio de situaciones embarazosas. “Hay personas que consiguen encontrar el equilibrio entre esos dos papeles; otras, no”, manteniendo las informaciones de carácter evidentemente más personal fuera del contexto profesional.

Los conflictos en el lugar de trabajo ocurren también en empresas que limitaron o prohibieron el uso de Facebook por considerarlo motivo de distracción. Además de eso, ellas monitorizan las páginas personales de los trabajadores en busca de imágenes o de comentarios cuyo impacto pueda ser negativo para la empresa. Matwyshyn observa que algunas empresas exigen que sus trabajadores creen blogs o páginas en Twitter que proyecten una imagen favorable de sus negocios. Microsoft, dice ella, incentiva el uso de las redes sociales en el trabajo. “Todo depende de cómo usan las personas los medios de comunicación sociales. Para algunas, los mensajes del Twitter pueden ser un excelente mecanismo de divulgación. Por lo tanto, el uso de ese medio social, para algunas empresas o individuos, puede ser visto como parte de su trabajo”. Las redes sociales ayudan a personalizar o a humanizar la cultura de una empresa, por eso muchas tienen página en Facebook, añade Matwyshyn.

Una cuestión de generación

Los investigadores del área de comunicaciones, y las empresas que recurren a ellos en busca de consejo, tienen mucho que aprender sobre la forma en la que los empleadores deberían controlar o incentivar —si es que deberían— la utilización de las redes sociales por parte de sus trabajadores, explica Willliams. Está claro que el empleado que habla sobre su empresa en Facebook puede ser percibido como alguien que “expone la marca”, lo que puede ser bueno o malo dependiendo del aspecto de la marca que está siendo expuesto. “Por lo tanto, la cuestión es saber si eso ayuda o perjudica a la empresa o la marca”.

Monica McGrath, profesora adjunta de Gestión de Wharton, dice que algunos de los malentendidos acerca de las redes sociales son fruto de la diferencia entre las generaciones. Trabajadores y ejecutivos más antiguos pueden hasta tener una página en Facebook, pero eso no es esencial para ellos. Trabajadores más jóvenes, que están entrando ahora en el mundo corporativo, se comunican por Facebook, Twitter y otros medios de comunicación social con una frecuencia mucho mayor. “Actualmente, existe una tensión entre los enfoques de esas dos generaciones”, observa McGrath.

Aunque la etiqueta de las redes sociales todavía esté formándose, McGrath prevé el surgimiento de formas estandarizadas. En general, las normas corporativas evolucionan a través de políticas oficiales esparcidas por las empresas y por la “realidad” que brota de sus bases. “La pregunta es la siguiente: ¿hasta qué punto quiere estar disponible para los demás? Los jóvenes de hoy en día están dispuestos a estar bastante disponibles. En las empresas internacionales, se espera que el trabajador esté disponible todo el tiempo. Poco importan los husos horarios. Las normas continuarán evolucionando según la generación que lidere la empresa”.

Aunque las normas estén en transición, McGrath dice que, en su opinión, las empresas no deberán intentar crear normas por medio de políticas oficiales. “En realidad, todo depende del contexto corporativo o incluso individual. Si usted está trabajando en un proyecto importante y un número de gente depende de sus informaciones, es natural que usted esté más dispuesto a comunicarse con las personas. Mucho más, está claro, si ya hubiera concluido el proyecto y estuviera de vacaciones. La etiqueta, en ese caso, depende mucho más del individuo y de sus prioridades”.

McGrath, que es también consultora de recursos humanos, dice que ella —como la mayor parte de los empresarios— también está disponible todo el tiempo. Pero, “si no está sucediendo nada importante”, desconecta el teléfono. “Las personas tienen que decidir lo que tiene sentido. A mucha gente no le importa si ya es medianoche y el jefe continúa mandando e-mails; pero a algunas personas esto no les gusta. Si las prioridades de su familia son diferentes de las prioridades de su jefe, ése es un problema que usted tendrá que resolver”.

Terri Thompson, consultora de negocios y fundadora de Etiquette in Action, de París, Kentucky, dice que la misma idea se aplica a la gestión del alcance de las redes sociales. La cautela a la hora de añadir un amigo a Facebook es una forma de evitar que su página se transforme en un factor negativo para la empresa, añade. “De nada sirve tener 500 amigos en Facebook o en LinkedIn si usted no los conoce y no sabe lo que tendrían que decir”.

El uso de la Blackberry en reuniones

Sigal Barsade, profesora de Gestión de Wharton, dice que la incertidumbre en relación a la etiqueta de disponibilidad es resultado de los cambios fundamentales que las tecnologías a través de ordenador introdujeron en la comunicación humana básica. Buena parte de la confusión se debe a la imposibilidad del diálogo en el contexto, por ejemplo, de los mensajes colgados en Twitter o en Facebook. “Por lo tanto, es difícil definir exactamente qué etiqueta aplicar en un determinado momento, ya que la interacción no es simultánea. La brevedad y la poca profundidad de esas tecnologías mediadas por el ordenador hacen más complicada aún la comunicación en su forma usual”.

Barsade dice que son dos, probablemente, los principales recorridos para el desarrollo de una etiqueta aplicable a las nuevas formas de comunicación actuales. Uno de ellos sería la contratación de gente nueva por parte de la empresa que ya traería consigo normas que, gradualmente, acabarían siendo aceptadas. Barsade se acuerda, por ejemplo, de un alumno que había trabajado en un banco de inversiones en Nueva York y que fue transferido a la oficina del Medio Oeste. Durante una reunión con el gerente, el nuevo trabajador cometió el error de atender su Blackberry. El gerente censuró al recién llegado, que se quedó atónito, ya que su ex gerente en Nueva York siempre atendía la Blackberry durante las reuniones. De momento, dice Barsade, los hábitos del Medio Oeste continúan dominando aquel lugar de trabajo, pero a medida que otros profesionales vayan llegando, esa subcultura cambiará.

La otra forma por la que la etiqueta digital evolucionará será por la información social dentro de la empresa. “Las personas influyen las unas en las otras”, dice Barsade. Los principales factores determinantes de la socialización en cualquier empresa son constituidos por el modelo de administración de los gestores. Los trabajadores observan a los gerentes y sus supervisores inmediatos para ver lo que es aceptable y, mejor aún, lo que es recompensado dentro de la empresa. Eso tiene mucho más peso que las reglas corporativas dictadas por el departamento de recursos humanos, y más aún cuando hay sintonía entre la gerencia y la gerencia operacional. “Si la directiva tiene ese tipo de preocupación, el proceso fluirá de arriba a abajo, lo que puede ser más sistemático y eficaz que al contrario”, observa.

Con todo ese poder, ¿los gerentes no empezarían a exigir disponibilidad ilimitada todo el tiempo? No necesariamente, dice Barsade. “Los gerentes reconocen, cada vez más, las desventajas de la disponibilidad constante, y tal vez tengan hasta que impedir a los empleados que usen excesivamente esa tecnología. Es lo que se ve, por ejemplo, en empresas que no permiten, en determinados días u horas, que los trabajadores utilicen la tecnología a través de ordenador. Además de eso, los gerentes tendrían que estar igualmente disponibles en el otro extremo de la relación, lo que podría ser un problema”.

Jerarquía de comunicación

De acuerdo con Thompson, existe una “jerarquía” en la comunidad de negocios en relación a las diferentes formas de comunicación. Los correos electrónicos se deben responder en el plazo de 24 horas; las llamadas tienen que devolverse en un plazo aún menor. Las webs de redes sociales vienen en último lugar. El orden tiene sentido porque una llamada telefónica o correo exigen informaciones específicas del individuo contactado. Las redes sociales aparecen en el último lugar porque, dice ella, constituyen un foro amplio en que las comunicaciones están menos dirigidas a un individuo específico.

Existe todavía la cuestión del compañero de trabajo añadido a su Facebook que, mientras espera ansiosamente su respuesta sobre un tema de trabajo, observa que usted ha estado ocupado actualizando su página con noticias sociales. ¿Será correcto censurar a alguien por esa aparente negligencia del deber? Nuevamente, todo depende del contexto, dice Williams. “Puede suceder que yo tal vez quiera tomarme un respiro y relajarme un poco diciendo ciertas cosas en Facebook”.

Rothbard observa que Facebook no deberá interferir en la fijación de normas que resuelvan los conflictos entre empresas y amistades personales. “No sé si Facebook está dispuesto a ser el experto en etiqueta digital”, dice ella. Las webs de redes sociales tal vez enfaticen opciones que permitan a los usuarios o empresas crear normas propias para lidiar con problemas que puedan aparecer cuando se mezclan comunicaciones corporativas y personales, dice ella.

Matwyshyn no cree que otra página web evolucione y sustituya el espacio extremadamente personal que ha caracterizado a Facebook antes de ser invadido por empresas y usuarios profesionales. “Si hoy usted tiene 500 amigos en Facebook, podemos considerarlo como un coste incurrido”, dice ella. “Si usted deja de usar la web, tendrá que deshacerse de 500 contactos. El coste de eso es alto. Por lo tanto, la tendencia es que las personas no abandonen la aplicación”.

Las situaciones comprometidas que surgen cuando se utiliza Facebook y otras webs de redes sociales están proporcionando excesivas informaciones, dicen las profesoras. Rothbard señala que en la comunicación personal, las gente es mucho más cautelosa en relación al volumen y a la naturaleza de los datos que revelan. En Internet, sin embargo, “existe una falta de conciencia —o de atención— en lo referente a la persona a la que se está pasando la información”. Alguien, por ejemplo, que use Twitter, tal vez crea que sólo 20 personas van a leer su mensaje; sin embargo, millones de desconocidos podrán encontrarse con aquella información. Matwyshyn cree que los usuarios de webs de redes sociales deberían tener más conciencia de la naturaleza viral de sus comentarios, principalmente en contextos en los que la vida personal y profesional se mezclan. “Necesitan darse cuenta de las posibles consecuencias negativas que podrán derivarse de que los compañeros de trabajo sepan más sobre usted de lo que sería aconsejable”.




Wharton Universia



Enlaces
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martes, 6 de octubre de 2009

Jornada Mundial por el Trabajo Decente. Concentración en Extremadura el 7 de Octubre


Será en Badajoz el 7 de Octubre, a las 19,30 horas en la Plaza de San Francisco, convocada por las organizaciones extremeñas de Comisiones Obreras y de la Unión General de Trabajadores.
La Jornada Mundial de Trabajo Decente, está convocada por la Confederación Sindical Internacional (CSI) para el próximo 7 de octubre. En Extremadura, como en el resto de España, los convocantes centrarán sus reivindicaciones en la defensa del empleo y la protección social, así como en la necesidad de recuperar el diálogo social y el desbloqueo de la negociación colectiva.
En la Jornada participarán trabajadores de 122 países, incluido España, donde se celebrarán concentraciones de delegados y manifestaciones, así como asambleas informativas en empresas, en las principales ciudades de todas las comunidades autónomas. Esta es la segunda ocasión que la Confederación Sindical Internacional (CSI) convoca esta Jornada reivindicativa a nivel mundial para reclamar el trabajo digno. Una celebración marcada este año por las repercusiones de la crisis económica, que puede llevar a la destrucción de más de 50 millones de empleos y arrojar a la precariedad laboral a 200 millones de personas, y las conclusiones de la reciente Cumbre del G-20 celebrada en Pittsburg.

lunes, 5 de octubre de 2009

Más inversión educativa contra la crisis


Con motivo de la conmemoración internacional del Día Mundial de los Docentes y las Docentes, el lunes 5, las organizaciones agrupadas en la Internacional de la Educación hacen un llamamiento para que los gobiernos inviertan en los docentes para construir un futuro mejor.

La crisis económica hace aún más necesario el aumento de la inversión económica en educación que garantice los recursos necesarios para lograr una educación pública de calidad.
Los sindicatos de enseñanza somos conscientes de la importante labor que cada día desempeñan nuestros docentes en cuyas manos, las familias y la sociedad depositamos nuestra confianza. Su trabajo constituye uno de los pilares esenciales para el desarrollo personal de los alumnos y alumnas y es la garantía de la reducción del abandono escolar o la atención a la diversidad en todas las etapas educativas que conlleva el avance y el bienestar social.
En una sociedad cada vez más compleja y globalizada, se exige cada día más a los docentes. Así, a la tradicional transmisión de conocimientos, tienen que añadir una educación para la vida, desarrollando habilidades que enseñen a convivir en paz, desde el compromiso con la justicia, la sostenibilidad medioambiental, la solidaridad y la igualdad.
Además tienen que enseñar a aprender para adaptarse a un mercado laboral que exige competencias nuevas y enseñar a convivir en una sociedad multicultural, resolviendo los conflictos de forma pacífica, abarcando múltiples aspectos que antes se reservaban al ámbito de la familia.
Ahora bien, para que el profesorado pueda realizar su trabajo es necesario que se reconozca de su autoridad como eje fundamental del proceso educativo. Este reconocimiento pasa por proporcionarle las herramientas necesarias para llevar a cabo su tarea diaria y aplicando medidas que, además redundarán en la mejora de la enseñanza. Así, es preciso reducir el número de alumnado por clase que permita una atención y un cuidado más cercano desde la atención a la diversidad; aumentar los equipos de orientadores y de educadores sociales, que ayuden a la integración social de niñas y niños en riesgo de exclusión social; garantizar una formación adecuada, tanto en la universidad como a lo largo de toda su vida profesional, que permita capacitarles para atender a las necesidades cambiantes.
Si insistimos en la necesidad de revalorizar el trabajo de los profesionales de la educación no lo hacemos guiados por un afán corporativista o por presentarnos como víctimas de la incomprensión. Lo que estamos reclamando es algo tan elemental como que si queremos educar bien, tenemos que arrimar todos el hombro. No nos parece justo exigir sin la contrapartida del esfuerzo por parte de todos, nosotros los primeros, eso por supuesto; pero también los padres y los propios alumnos.
En este Día Mundial de los Docentes, merece una mención expresa el personal no docente, el de administración y de servicios que, aun no apareciendo ante la sociedad como actores de la educación, son categorías y funciones totalmente esenciales para el desarrollo y la culminación de una enseñanza de calidad.
Es preciso recordar que una profesión bien remunerada, incentivada y respetada por las administraciones será respetada por la sociedad para la que trabaja, porque la autoridad emanará del respeto y no de la fuerza, del razonamiento y del convencimiento y no de la imposición legal.
A la vista de este panorama, en el Día Mundial de los Docentes hacemos un llamamiento al conjunto de la sociedad para que se reconozca el valor de su trabajo y su autoridad en la relación educativa, reclamamos un mayor compromiso de las administraciones y de la sociedad con el mundo de la educación, reivindicando la mejora de las condiciones laborales, la disminución de la ratio de alumnos por clase, la implantación de las figuras de los educadores sociales y la creación de aulas adaptadas al alumnado con necesidades educativas específicas.
Por último, en este día no podemos olvidar que en muchos lugares del mundo la educación no es considerada como un derecho y un valor imprescindible para el desarrollo humano. En numerosos países el profesorado no dispone de las condiciones adecuadas para desempeñar su labor. Sin un salario digno, sin la preparación necesaria, trabajando en aulas masificadas e insalubres y sin libros o pizarras o pupitres para dar clase, han de enfrentarse diariamente a una labor de la que dependerá el futuro de sus alumnos y alumnas. En definitiva, los gobiernos deben comprometerse con los docentes reconociendo la importancia de su labor y la dificultad de su tarea y dotándolos de personalidad jurídica mediante disposiciones legales que garanticen sus derechos.
José Campos, secretario general de la FECCOO y miembro del Comité ejecutivo mundial de la Educación.

jueves, 1 de octubre de 2009

Las redes sociales virtuales.Reto para la educación social

La inmesa aceptación entre los más jóvenes de las redes sociales virtuales hace necesario educar en su uso. Nuevo campo para la educación social, para ello es necesario conocer el funcionamiento su dimensionamiento y la correcta utilización de las TIC.
Tenemos que conocer que el 40% de los padres no sabe que sus hijos están conectados a redes sociales, Según se desprende de un estudio de la fundación pfizer la gran mayoría de los jóvenes se concetan sin control paterno. Si en la preadolescencia y la adolescencia solo se ven los beneficios a estas nuevas redes -que los tienen y muchos- y no los riesgos. Como sucede con los acontecimientos que generan modificaciones sustanciales en los comportamientos y construmbre de las sociedades, tenemos que prepararnos para saber transmitir la nueva situación.
Las redes sociales, con Tuenti a la cabeza, son ya parte de la vida de los jóvenes de 11 a 20 años. Más del 90% de ellos ha accedido a una de ellas, sobre todo para hablar con amigos a los que ven con frecuencia. Pero en un 40% de los casos, los padres ni siquiera lo saben, según un estudio de la Fundación Pfizer hecho con dos mil entrevistas (mil a hijos y mil a padres), con una fiabilidad del 95%.

Casi el 70% de los encuestados se conecta a Internet sin que sus padres ejerzan ningún control sobre qué páginas visitan o con quién chatean. Pero, para su tranquilidad -de los mayores-, aunque estos desconocen mucho de lo que saben los más jóvenes, los hijos son conscientes de los problemas que pueden tener, robo de contraseñas o datos, hasta el acoso sexual.
"Se trata del primer estudio riguroso realizado en nuestro país sobre el uso que hacen los adolescentes del teléfono móvil, las nuevas tecnologías y las redes sociales que ofrece Internet", afirma Francisco J. García Pascual, director de la Fundación Pfizer. En este sentido, "la principal conclusión del estudio es que las redes sociales se encuentran totalmente incorporadas al día a día de los adolescentes, frente al elevado porcentaje de padres que desconocen en su totalidad o han incorporado con más lentitud este tipo de herramientas. Un 30% de los padres todavía no tiene acceso a Internet".
"El 92% de los jóvenes usa las redes sociales para charlar con sus amigos prácticamente a diario. Sin embargo, solamente dos tercios de los padres son conscientes de que sus hijos participan en estas redes (casi el 40% de los padres son desconocedores de las redes sociales)".
El informe considera que la penetración de las tecnologías de la información (TIC) en los hogares es enorme. Destacando que hay más hogares con teléfonos móvil que con fijo, que los jóvenes tienen más móviles que los adultos, contantando la doble brecha digital: la primera, entre hijos y padres. Y, la segunda, dentro de los más jóvenes, que hasta los 13 años no se incorporan masivamente al uso de las TIC.
Estas conclusiones pertenecen a la mencionada la Fundación Pfizer, organizadora el V Foro de Debate Social en el que se han aportado las claves para el análisis de esta cuestión y donde se han dado a conocer los resultados del estudio ‘La juventud y las redes sociales en Internet’, que se puede descargar gratuitamente en www.fundacionpfizer.org.

Revolución en la forma de comunicación entre los adolescentes

Desde hace menos de un año se ha producido una revolución en la forma de comunicación de los adolescentes ya que, según revela el estudio, el 98 por ciento utiliza Internet dentro o fuera del hogar. Entre los servicios de Internet que más utilizan los jóvenes, la mensajería instantánea (tipo Messenger) se sitúa a la cabeza, seguida de la escucha on line de música y vídeos, la búsqueda de información por razones de estudio o trabajo y el envío / recepción de correos electrónicos.
El 92 por ciento de los jóvenes usa las redes sociales para charlar con sus amigos prácticamente a diario. Sin embargo, solamente dos tercios de los padres son conscientes de que sus hijos participan en estas redes (casi el 40% de los padres son desconocedores de las redes sociales).
En cuanto al tipo de comunicaciones que se mantienen en estas redes sociales, los datos revelan un significativo desconocimiento de los padres: sólo la mitad conoce la participación real de sus hijos en páginas de amigos o blogs. También existe un relativo desconocimiento de la frecuencia con la que se conectan sus hijos a Internet.
En lo que sí coinciden padres e hijos es en el principal uso que realizan los jóvenes de estas redes sociales: contactar con amigos a los que se ve con frecuencia.
¿Supervisan los padres lo que hacen sus hijos en Internet?

Como principal problema, el estudio subraya que ocho de cada diez jóvenes usuarios de redes sociales dicen tener su propio ‘perfil’ en alguna de estas comunidades digitales (es decir, su propia página de usuario, con sus datos personales o, por ejemplo, con sus propios comentarios, imágenes, vídeos, etc.). Aspecto, que sólo 6 de cada 10 padres conocen.
Dentro del hogar, la mayoría de los jóvenes usuarios de redes sociales utiliza el ordenador en su propia habitación, exclusiva de él o ella (el 42,5% de los casos) o compartida (10,7%). Sólo uno de cada cinco lo hace en un lugar común como una sala o salón familiar, por tanto ‘a la vista’ de los padres u otros adultos del hogar.
Ante una pregunta más directa, una mayoría de los jóvenes usuarios de las redes sociales (el 52,8%) confirma que su padre/madre nunca o pocas veces supervisa lo que hace en Internet. Una vez más, los padres afirman tener más control sobre las actividades de sus hijos. Así, el 38% de los padres afirma supervisarlas siempre o casi siempre, frente el 18,2% de los hijos.
La situación es la misma en el caso del control de las páginas que se visitan en Internet. Más de la mitad de los jóvenes dice que sus padres no las controlan nunca, mientras que sólo un 39,9% de los padres reconoce tal circunstancia.
Del mismo modo, los jóvenes facilitan más datos personales en estas redes sociales de lo que sus padres creen conocer. Las diferencias principales se producen en relación al nombre del chico/a y en la edad. De mayor a menor frecuencia de datos facilitados por los jóvenes en estas redes se encuentran: su género, nombre, edad/fecha de cumpleaños, ciudad de residencia, dirección de correo electrónico, centro de estudio, gustos y aficiones; un 16,7% ofrece su dirección postal; y algo menos, un 13,1%, su número de teléfono.
Uno de los datos más relevantes del estudio es que “uno de cada cinco progenitores desconoce el número de contactos que su hijo puede tener en las redes sociales en las que participa. Y cuando afirman saberlo, el número medio dado se aleja bastante del real: 36 contactos según los padres frente a los 116 que dicen tener los hijos”.
Además, los jóvenes participantes en redes sociales reconocen tener o cumplir menos normas de uso de Internet que lo que afirman sus progenitores (tiempo que se puede pasar conectado, tipo de información que se puede compartir, páginas o redes sociales a las que se puede acceder).
Por último, este estudio también aporta datos sobre el uso de móviles entre los jóvenes: prácticamente nueve de cada diez tienen teléfono móvil. Entre esta gran mayoría de jóvenes, tres de cada diez envía SMS diariamente y seis de cada diez lo hace al menos dos o tres veces a la semana, hecho que conocen sus padres, aunque estos últimos tienen la percepción de que sus hijos están mucho más “enganchados” a su utilización diaria. Situación que se repite con los mensajes multimedia: los padres perciben que sus hijos los envían con mayor frecuencia de la que realmente presentan.
Riesgos del uso de las redes sociales
Al ser preguntados por los posibles riesgos del uso de las redes sociales, los jóvenes identifican de forma espontánea una amplia variedad de posibles riesgos o amenazas. Citados de mayor a menor frecuencia: posible vulneración de datos e información personal, suplantación de personalidad, acceso a contenidos inapropiados o peligro de entrar en contacto con gente deshonesta.
Afortunadamente, la gran mayoría de los jóvenes usuarios de redes sociales parece no haber sufrido ninguno de estos problemas o amenazas evaluados.
En todo caso, el problema sufrido más citado es el de la adicción o el uso excesivo de estas redes (un 7,3% del conjunto de jóvenes usuarios), seguido por el acceso a determinados contenidos inapropiados (6,1%). Entre estos jóvenes, el desconocimiento de la situación por parte de los padres parece ser la razón de que la mayoría de adolescentes afirmen que sus padres no han tomado ninguna medida cuando han sufrido alguna de estas amenazas.